Glaciar Viedma

Viedma, el glaciar que custodia al Chaltén


Viedma, su nombre viene del marino Antonio de Viedma que durante sus exploraciones en 1782, se encontró con este imponente glaciar y su lago (Viedma). Los tehuelches, primeros pobladores de estas zonas,  ya los conocían y le habían dado el nombre de «Capar» o «Quicharre» al lago.

 

 

El glaciar nace en el volcán Lautaro ( 3.623 m) y extiende sus hielos a lo largo de 70 km, por el cañón formado entre los cerros Huemul y Campana. Al llegar al lago Viedma, sus bloques de hielo se desprenden en grandes icebergs de formas y colores increíbles. Es el glaciar más largo de toda Sudamérica aunque no el más grande. En esto le supera el Glaciar Pío XI (o Brüggen) en Chile. Se queda en segundo lugar siendo, eso sí, el mayor de Argentina y por tanto, del Parque Nacional de los Glaciares.

 

El Viedma, con sus 900 km², se suma a los 47 restantes que forman el Hielo Patagónico Sur (HPS) o también conocido como Campo de Hielo Sur. A su extensión hay que añadir afloramientos rocosos como el Nunatak Viedma, un pico montañoso que surge entre el hielo y que se pensó que eran los restos de un antiguo cono volcánico. Curiosamente, una de las características distintivas del Viedma son las tres bandas de ceniza volcánica visibles en su superficie, huellas de antiguas erupciones del volcán Lautaro.

 

Las primeras expediciones que se realizaron sobre este glaciar fueron las dirigidas por Risopatrón en 1903, y Kölliker y otros en 1916. Durante la década de los 30 fue De Agostini quién se aventuró en una nueva expedición y más recientemente (2008) serían Rivera y colaboradores los aventureros.

 

Actualmente, su cercanía al Chaltén lo hace accesible a la visita de viajeros que lo frecuentan en rutas organizadas. Éstas pueden consistir en una tranquila navegación por el lago, un trekking con crampones sobre el glaciar o, yendo un poco más allá, incluir la escalada en hielo.

 

Otras opciones interesantes y exigentes son las travesías de varios días que te llevan a los Pasos o puertas del «Campo de hielo sur», como la del Paso de Marconi o la del Paso del Viento. Pero la más exigente de todas y que requiere una mayor preparación es, sin duda, la de los Hielos Continentales, que discurre sobre el campo de hielo desde un paso a otro.

 

Actualmente, el glaciar está experimentando un retroceso aunque en menor medida que otros glaciares presentes en el HPS. ¡Y esperemos que no se acelere!

 

Te dejo ahora con algunas imágenes del glaciar Viedma. En ellas verás el frente del glaciar y su zona de desprendimientos. Al suceder estos, se deja ver el azul intenso del hielo del interior del glaciar. Su color es debido a la fuerte compactación del hielo y escasez de burbujas de aire, que afectan a la distribución de las moléculas y su efecto en la refracción de la luz. ¡Fíjate que azul tan espectacular!

 

Glaciar Viedma

 

También podrás fijarte en la erosión causada por el glaciar sobre las rocas próximas, cuando las cubría. Su aspecto liso o pulido es impresionante. Sus tonos rojizos se deben a la oxidación de los materiales al quedar expuestos.

 

Glaciar Viedma

 

Y para el final, te dejo con el increíble azul del lago Viedma. Su coloración, típica en este tipo de lagos, se debe a la inmensa cantidad de finas partículas erosionadas y arrastradas por el glaciar hasta sus aguas. Su ínfimo tamaño hace que se mantengan en suspensión cambiando la tonalidad de las aguas.

 

Lago Viedma

 

¡Cuesta dejar de mirarlo! ¿verdad?

 

Más cosas sobre glaciares en:

Glaciarium, Centro de Interpretación

 

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