Hojas caídas de otoño

¿…por qué caen las hojas en otoño?


 

…Sí…¿por qué caen las hojas de algunos árboles durante el otoño? Este proceso que resulta muy llamativo por el colorido que adquieren los paisajes boscosos es en realidad toda una estrategia de supervivencia.

 

 

Sí, sí… de supervivencia… Supervivencia para algunas especies de árboles (caducifolios) que viven en climas templados-frío…¿quieres saber por qué y cómo?…

La caída de las hojas en estos árboles es la consecuencia drástica y visual de una serie de cambios fisiológicos que están teniendo lugar en el interior del árbol. Es decir, son los cambios que nosotros podemos ver dentro de todo un proceso que se nos pasa desapercibido.

 

Estos árboles van perdiendo las hojas, frenan su crecimiento y se preparan para la estación fría entrando en un estado de reposo o latencia. Al frenar el crecimiento, ahorran energía y las hojas dejan de ser útiles, por el momento. Además, también reducen la absorción a través de sus raíces y esto les supone, entre otras cosas, un menor contenido de agua libre y por tanto una mejor resistencia al frío y las heladas. Al disponer de menos agua en el interior celular, disminuye el punto de congelación de las células y se reducen los daños provocados por el frío. ¡Ahora toca, tranquilamente, pasar la estación a base de las reservas de azúcares procedentes de la fotosíntesis, que se han ido acumulando desde el verano!

 

Este estado de reposo o latencia se ha logrado gracias a una reducción del metabolismo a través de procesos como: la reducción de la actividad enzimática, de la fotosíntesis y respiración, de la velocidad de absorción de agua y nutrientes, de la asimilación de los mismos,…pero ¿cómo se ha activado este proceso? ¿cuál ha sido la señal y el desencadenante del mismo?

 

Pues bien, la señal que activa este proceso es la luz, en concreto el descenso de las horas de luz y su intensidad. Esto afecta al fotoperiodo de estas especies y es detectado por el fitocromo, el encargado de detectar los cambios en la luz y desencadenar respuestas fisiológicas ante las mismos. Y justo en este caso, la respuesta que desencadena es la producción de una serie de sustancias inhibitorias del metabolismo.

 

Una de estas sustancias inhibitorias, la más conocida pero no la única en actuar, es la fitohormona llamada ácido absícico (ABA). Ésta se acumula en las yemas antiguas y nuevas, evitando la brotación y el crecimiento, y provocando la caída de las hojas, todo ello a través de su efecto sobre metabolismo celular. ¿Qué te va pareciendo? Pues aquí no acaba todo…

 

Una vez que se han caído las hojas, entrado en latencia y estamos en pleno invierno, es precisamente ese frío intenso y el lento aumento de las horas de luz (recuerda que tras el solsticio de invierno las horas de luz comienzan a aumentar) las señales que provocan nuevos cambios.

 

Las sustancias inhibitorias dejan poco a poco de producirse con lo que se reduce su presencia a nivel celular. Por contra, comienzan a aumentar otras sustancias, como la fitohormona giberelina.  Esto va desencadenando procesos que vuelven a poner en marcha poco a poco todo el metabolismo, y por tanto el crecimiento de la planta. Se comienza lentamente así a salir del estado de latencia.

 

Curiosamente, esto lo aprovechan también estas especies de árboles caducifolios para la floración a modo de nueva estrategia. Florecen antes del brote de las hojas con la intención de mejorar la reproducción.

 

La floración sin hojas de por medio hace a las flores más visibles y accesibles a los insectos o a la acción del viento, lo que favorece la dispersión del polen y por tanto la polinización. ¡Bien pensado, verdad! Los ejemplos más claros los puedes ver en los almendros y cerezos cuya floración es espectacular.

Como ves, toda una serie de procesos y estrategias bien estructuradas, nada deja de tener su sentido…Seguro que ahora cuando des tus paseos otoñales y admires el colorido de las hojas, valorarás mucho más el cuadro que contemplas, o ¡así lo espero!

 

Te dejo ahora con cuatro de las especies de árboles caducifolios más habituales para que las conozcas, si no las conocías ya

Haya (Fagus sylvatica)

Castaño (Castanea sativa Mill.)

Álamo temblón (Populus tremula L.)

Arce (Acer campestre L.)

Fuente de las fotos: obtenidas a través de pixabay bajo licencia CCO (Dominio público)

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