El Parque Natural del Cadí-Moixeró tiene tanto que ofrecer que puede llegar a abrumarte el no saber por donde empezar. Es un lugar hermoso que transmite esa paz y tranquilidad que muchas veces olvidamos en nuestro día a día. Un lugar lleno de cosas que descubrir y de posibilidades según lo que cada cual busque.
El Parque Natural del Cadí-Moixeró lo forman todo un conjunto de sierras, valles, escarpes, grietas, cuevas, ríos y arroyos de ámbito prepirenáico cuyos orígenes se remontan a hace 500 millones de años, a la orogenia alpina. Y dentro de todo este conjunto hay que incluir el desarrollo de una gran diversidad de vida y una historia y cultura ligada a la gente que vive en estas tierras. El resultado de todo esto se traduce en un espacio de gran valor como Patrimonio natural y cultural.
Como datos sobre este parque natural te puedo contar que fue declarado como tal en 1983, por la Generalitat de Cataluña, y que abarca unas 41.060 ha. entre tres comarcas (Alt Urgell, Berguedà y Cerdaña), donde se asientan las sierras del Cadí y del Moixeró, el macizo del Pedraforca y parte de la Tosa y del Puigllançada. Está clasificado como parque de montaña ya que cuenta con altitudes que van desde los 800 m., en los fondos de los valles, hasta los 2.648 m., en su punto más alto. Está además reconocido como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y forma parte de la red Natura 2000 desde el 2003.
Es difícil decirte que te imagines como es este parque natural si no has tenido la oportunidad de acercarte a él. Tendrás que hacerte a la idea de una gran muralla de roca calcárea, formada por las sierras del Cadí y del Moixeró que se unen de oeste a este a lo largo de 30 Km., entre los ríos Segre y Llobregat. La cara norte de esta gran muralla tiene un morfología escarpada, formando cinglés y paredes casi verticales, canales abruptos y valles profundos. Su cara sur muestra formas algo más suaves, con pendientes menos verticales pero con valles profundos y con la imponente presencia, a continuación, del macizo del Pedraforca. Este se muestra con sus abruptos roques calcáreos, erguidos hasta los 2.444 y 2.506 m. de altura, todo un símbolo y tradición del alpinismo catalán.
Acompañando a todo este conjunto orográfico hay que imaginar, si es que se puede, a unos 1.500 taxones de plantas superiores diferentes, incluyendo especies alpinas, eurosiberianas y mediterráneas; más de 249 especies de vertebrados, destacando las aves, y muchos más de invertebrados (los grandes olvidados), donde las especies de mariposas diurnas, por ejemplo, son el 75% del total de especies de Cataluña. Todas ellas distribuidas en función de las variadas condiciones climáticas, la orografía y la altitud, distinguiéndose los hábitats alpinos ( >2.000 m), subalpinos (1.600-2.000 m) y de montaña (900-1.600 m) y áreas que requieren adaptaciones muy específicas, como son las zonas de canchales o pedregales. ¡¡A que no es poca cosa!!
Pues como ya te comenté al principio, acercarte a conocer todo esto, a disfrutar de este paisaje y de las actividades que en él puedes hacer, puede llegar a ser abrumador de tanto que hay. Es por eso que te propongo una primera ruta sencilla, a modo de presentación de este parque natural, para que puedas hacerte una idea de su envergadura. Se trata del sendero hacia el Prat del Cadí.
El sendero del Prat del Cadí es un sendero fácil que parte desde la aldea de Estana, en concreto desde el collado de Pallers que se encuentra unos metros más allá, tras seguir una pista de tierra y llegar a un descampado que hace las veces de aparcamiento. Desde aquí no tienes pérdida si sigues las indicaciones del sendero PR C-121 (Estana-collado de La Canal del Cristall) marcado con las franjas blancas y amarillas.
El camino te lleva ascendiendo tranquilamente entre pinos (Pinus sylvestris), sauces (Salix atrocinerea) y bojs (Buxus smprevirens) , por la cresta de la sierra de la Mataplana, llegando a la collada de Reineres, pasando por la vertiente del valle del Quer y más adelante a la collada Roig. A partir de aquí, llaneando se atraviesa la vertiente del valle Bastanist, con sus pinos negros (Pinus uncinata), abetos (Abies alba) y serbales (Sorbus aucuparia), y se enlaza con la pista que llega hasta el Prat del Cadí (1.820 m). Por el camino es posible que puedas observar también algún que otro habitante de esta zona, como pueden ser el Pito negro (Dryocopus martius), el Carbonero garrapinos (Parus ater), el Herrerillo capuchino (Parus cristatus), el Piquituerto (Loxia curvirostra) o el Pinzón vulgar (Fringilla coelebs), entre otros…así que te recomiendo que no hagas demasiado ruido durante el camino para que no se asusten y poder observarlos.
En total ha sido un desnivel de 330 m y 1.15 h de recorrido (ida, sin contar paradas) hasta llegar al prado que se abre ante ti mostrándote la imponente muralla calcárea de la Sierra del Cadí. Delante de ti aparecen la Roca Verdà (2.400 m), el Canal del Cristall, el Puig de la Canal de Cristall (2.563 m), la Roca de l’Ordiguer (2.346 m) y su canal y el Puig de Quer (2.546 m). ¡Impresionante!
En invierno, esta ruta suele presentar algo de nieve y hielo por lo que se deben llevar crampones o raquetas, sobre todo por las zonas sombrías boscosas donde se forma el hielo. Puede ser una buena opción como actividad de invierno, aunque no hay que dejar informarse de cual es el estado del camino en esos momentos.
Ya en el prado y antes de tomar el mismo camino de vuelta, si quieres puedes continuar un poco más, seguir por el PR C-121, ascendiendo hacia casi la base de la muralla y disfrutar de verla más de cerca. Por allí continua este PR C-121, que llega hasta la base del Canal del Cristall y asciende por él hasta la cresta de la muralla. Pero esto es ya un trekking que requiere más nivel, esfuerzo y precaución (rocas y desprendimientos). En invierno es frecuentado por aficionados al alpinismo y esquí de montaña (requiere del uso de crampones y piolets).
La Roca de l’Ordiguer también es un reclamo para los aficionados a la escalada, ofreciendo varias vías de ascenso. En sí, toda la muralla ofrece diversas opciones de escalada.
Como ves, una sencilla caminata que te da idea de las muchas posibilidades de este parque y de la vida y belleza que alberga. Y ya te digo que hay mucho más que está esperándote.
Parque Natural del Cadí-Moxeiró, un lugar para conocer y cuidar. Espero que te haya gustado y de ser así, no dejes de compartir y de comentarnos tus impresiones.