En estos días se ha celebrado el Día Internacional de los Bosques con la idea de concienciar sobre la importancia de los mismos para el equilibrio de la vida en el planeta y por defecto nuestro propio equilibrio. Los bosques son el refugio de la biodiversidad, son ecosistemas que reúnen los hábitats del 80% de las especies animales y vegetales del planeta, aún ocupando tan solo un tercio de su superficie. Su funcionamiento es clave para el equilibrio global porque son moduladores de los flujos hidrológicos y protegen las cuencas hidrográficas (si esas que nos aportan casi la totalidad de agua dulce que necesitamos), evitan la degradación de los suelos y actúan como reservorios de carbono. Por esto último, el mensaje de este año en el Día Internacional de los Bosques ha hecho hincapié en su importancia frente al cambio climático.
En sí, los bosques son nuestra defensa natural frente al cambio climático. Si se encuentran en buen estado mantienen el equilibrio de los niveles de oxígeno y dióxido de carbono, así como la humedad atmosférica, y son capaces de almacenar el carbono de forma indefinida. Sin embargo, la degradación de los bosques y la desforestación tienen consecuencias opuestas a esto. Éstas consecuencias suponen la emisión de entre un 12-20% de los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global…Aún así, nuestro ritmo de desforestación no se ha frenado sino más bien se ha acelerado en los últimos años, situándonos en una desgarradora cifra de 13 millones de hectáreas/año. Para ayudarte a visualizar esta cifra, si equiparamos una hectárea a un campo de fútbol más su terreno auxiliar (bandas y porterías lo que realmente resulta en algo más de una hectárea, 10.625 m²) estaríamos hablando de que se destruye el equivalente aproximado a un campo de fútbol cada 2.4 segundos…¡Da miedo pensar que pasará si seguimos así!
Bosque es la definición general que se le da a un ecosistema cuya vegetación predominante son los árboles pero bosque es mucho más y los hay de diferente tipo, con especies arbóreas diferentes que dan cobijo a otras muchas especies diferentes, adaptadas todas a diferentes factores como la latitud, el clima, la altitud, el tipo de sustrato y la orografía. De ahí su importancia como ecosistema y para la biodiversidad.
Una de las formas en como se clasifica o agrupa a los distintos tipos de bosques es dentro de los biomas (áreas o paisajes bioclimáticos ¿recuerdas?) por lo que podemos decir que hay:
Bosques húmedos tropicales y subtropicales de frondosas que son los ecosistemas de selva en climas tropicales y subtropicales húmedos. Los árboles son altos y la vegetación es densa, en estratos, mayormente perenne y de hojas anchas. Estos son los que albergan la mayor biodiversidad del planeta; la mitad de las especies que se conocen están en estos bosques y su mayor amenaza está siendo la tala indiscriminada.
Bosques secos tropicales y subtropicales de frondosas o selva seca. También se encuentran en climas tropicales y subtropicales donde se alternan estaciones lluviosas con estaciones secas más prolongadas. La vegetación arbórea es menos densa y predominan las caducifólias. Estos bosques son muy sensibles a la desforestación y a los incendios.
Bosques tropicales y subtropicales de coníferas que se dan en las zonas altas y bajas de climas tropicales semi-humedos donde la estación seca es larga. La especie arbórea destacada en este caso son los pinos. Se trata de bosques densos.
Bosques templados de frondosas y mixtos o bosques de clima templado en los que las diferentes estaciones están bien definidas. Aquí nos encontramos con los bosques de hoja caduca, con los bosques laurifolios (árboles parecidos al laurel) y mixtos.
Bosques templados de coníferas que se encuentran en zonas de clima templado, a mayor altitud (bosques alpinos) y están formados por especies de hoja perenne (cedros, abetos, cipreses, etc). Dentro de estos, en las zonas de mayor humedad, encontramos los bosques que albergan la mayor biomasa de todos los ecosistemas terrestres. Nos referimos a los bosques de las grandes secuoyas o los bosques de lahuán o alerces, por ejemplo.

Bosque alpino y de Secuoyas
Bosques boreales o taiga que se dan las zonas de clima boreal por lo que las especies arbóreas que los componen son especialmente resistentes a condiciones frío y bajas precipitaciones. Predominan las píceas, pinos y abetos, coníferas perennifolias. La amplia superficie que ocupan hacen que sean la mayor masa forestal del planeta.
Bosques y matorrales mediterráneos que se dan en las zonas con clima mediterráneo donde los inviernos son templados, los veranos secos y hay abundantes precipitaciones durante la primavera y el otoño. Las especies que predominan están adaptadas a soportar la sequedad de esos veranos y encontramos especies como las encinas, el pino carrasco y pino piñonero o las sabinas, entre otras. Mayormente son especies de hoja perenne aunque las hay marcescentes, que vienen a ser caducifolias que mantienen las hojas secas para proteger los nuevos brotes. Una particularidad de estos bosques es su dinámica con el fuego, amenaza siempre presente, que ha hecho que algunas especies estén especialmente adaptadas para resistirlo, presentando gruesas cortezas, alta capacidad para rebrotar o semillas que germinan mejor con altas temperaturas.
Manglares que vienen a ser un tipo particular de bosque donde lo que determina su formación es la capacidad de sus especies de crecer en entornos salinos, en las áreas del intermareal cerca de la desembocadura de los ríos, en zonas tropicales y subtropicales. Las diferentes especies arbóreas de aspecto retorcido (mangles) protegen la costa de la erosión y el oleaje, y proporcionan hábitats a numerosas especies convirtiéndose en ecosistemas con una gran biodiversidad.
Como ves, hay variedad de tipos de bosques que prodríamos seguir deshilando si nos pusieramos a explicar los subtipos de bosques que se dan dentro de cada uno de estos biomas, y las diferentes especies que albergan, pero creo que así, a grandes rasgos, te he podido mostrar la importancia que suponen como ecosistemas, como fuente de biodiversidad y como pieza fundamental del equilibrio para la vida en la Tierra. Me pregunto si adentrarse en ellos, conocerlos, explorarlos,… se acabará convirtiendo en un privilegio o una anécdota en un futuro, en vez de algo totalmente normal y hasta cotidiano, integrado en una forma de vida de calidad y equilibrio con la naturaleza. ¡Espero que no, de todos nosotros depende!
¿Conoces o has estado en alguno de los tipos de bosques que te hemos mencionado en este artículo y que especialmente te haya impactado? ¡Cuéntanos o manda tus fotos!