Hace más o menos un año, la World Cetacean Alliance (WCA) otorgó, al área marina situada entre las islas de Tenerife y La Gomera, la calificación de Lugar Patrimonio de Ballena, siendo la primera área marina de Europa que recibe esta distinción y la tercera en el mundo.
El área a la que se refiere esta calificación ocupa la franja marina que va desde la punta de El Fraile (Teno) y Punta Salema o de Rasca (Las Galletas), abarcando unos 22 Km de longitud. Una zona que cuenta, también, con protección oficial de los ecosistemas marinos, a través de la figura Zona de Especial Conservación (ZEC).
Las características de la zona que hacen del sur de Tenerife un lugar estratégico para la vida de los cetáceos.
Sus aguas cálidas y calmadas, con una gran biodiversidad marina que hacen de reclamo para estos mamíferos marinos, atraídos por la variedad de alimentos que encuentran.
El reconocimiento, a nivel científico, de unas 21 especies de cetáceos marinos avistados en esta zona. Además de ser, zona de parada dentro de la ruta migratoria de diversas especies.
Los esfuerzos en investigación de las ballenas o a la existencia de un marco legislativo sólido que protege a los cetáceos en Tenerife y de manera general en España.
Todas estas son razones de peso que han permitido el reconocimiento de esta área marina como Lugar de Patrimonio de Ballenas.
Además, la zona cuenta con una comunidad local, compuesta por diversos grupos que trabajan por los cetáceos, y un sentimiento de orgullo y conexión entre los residentes locales, empresas, académicos y ONG en relación con los cetáceos que habitan próximos a sus costas.
Otro aspecto que ha ayudado para recibir esta distinción ha sido contar con el aval de la Carta de Sostenibilidad de Avistamiento de Cetáceos: un compromiso voluntario de las empresas de avistamiento de cetáceos, con el respeto a los cetáceos y al medio ambiente, al mismo tiempo que se ofrece una experiencia turística significativa y transformadora para el cliente.
Las actividades turísticas dirigidas al avistamiento de cetáceos resultan muy atractivas y están muy demandadas, pero su gestión debe hacerse bien.
Una actividad de este tipo, realizada de forma adecuada, es una estupenda herramienta para la educación ambiental, la mejora de las poblaciones locales y un impulso para la promoción e investigación marina.
En cambio, si el avistamiento de cetáceos se realiza con malas prácticas, puede provocar colisiones que pongan en peligro la vida de estos animales y de las personas que estén a bordo de la embarcación.
Un acercamiento incorrecto a estos animales puede alterar su comportamiento si son molestados, inquietarse y tener cambios de conducta.
Así que, si estás interesado en realizar una excursión en velero para el avistamiento de cetáceos, deberás tener en cuenta algunas cosas para hacerlo de forma responsable, respetuosa y poder disfrutar de una experiencia única y enriquecedora.
¿Qué debes tener en cuenta para el avistamiento de cetáceos responsable?
A la hora de planear una actividad de avistamiento de cetáceos, lo primero que debes hacer es asegurarte de que el operador con el que contrates la excursión está autorizado para la realización de la misma.
Las embarcaciones autorizadas se distinguen por llevar una bandera de color amarillo con el logo “Barco Azul” y la empresa que ofrece el servicio, debe contar con una “Carta de calidad” en la que se comprometen a respetar a los animales y minimizar el impacto sobre el medio marino.
Hay diversas normas y leyes de carácter nacional e internacional que protegen a las poblaciones de calderones y delfines, así que es importante realizar esta actividad de forma adecuada.
Para ello, debes tener en cuenta y asegurarte de cumplir con las siguientes normas:
- Es obligatorio respetar una distancia de mínima de seguridad (60 m).
- Los acercamientos deben ser lentos y pausados, y los tiempos de observación serán máximo 30 minutos.
- Se ha de evitar la concentración de barcos y abandonar la zona si se molesta a los animales. No deben de haber más de 2 barcos o 4 barcas pequeñas, y la comunicación y coordinación entre ellas deben ser constante.
- No se puede rodear ni navegar alrededor de un grupo. De lo contrario, se corre el riesgo de separarlo o dispersarlo, algo especialmente peligroso cuando hay madres y crías. Tampoco se puede entrar nunca en un grupo de delfines para provocar que naden sobre las olas provocadas por el barco.
- Debe haber siempre un responsable que controle la ubicación de los animales en todo momento, asistiendo al patrón del barco.
- Si los animales se acercan al barco, los motores deben ponerse en posición neutra y no propulsar el barco hasta que no se alejen de la embarcación.
- Si el animal se acerca al barco para nadar delante de su proa, mantener un rumbo y velocidad constantes.
- De debe evitar acorralar cetáceos, crear un «túnel» de embarcaciones o atravesar sus rutas de viaje, y hay que tener en cuenta la geografía local para no acorralarlos entre el barco y la costa.
- Está totalmente prohibido bañarse con los animales o alimentarlos. Tampoco se deben arrojar desperdicios al agua, ni molestar con ruidos a los animales.
Si se da la circunstancia de que avistáis y detectáis a un animal herido o un varamiento, lo que debes hacer es llamar al 112, el teléfono de emergencias, para poner en marcha el protocolo de rescate correspondiente.
Especies de cetáceos que podrás avistar en las aguas de Tenerife
En las aguas de Tenerife han sido reconocidas unas 21 especies de cetáceos.
Dos de ellas residentes todo el año, delfín mular (Tursiops truncatus) y el calderón tropical (Globicephala macrorinchus).
Seis que son esporádicas: delfín moteado atlántico (Stenella frontalis), delfín de diente rugoso (Steno bredanensis), rorcual tropical (Balaenoptera edeni), delfín listado (Stenella coeruleoalba), calderón gris (Grampus griseus) y el cachalote (Physeter macrocephalus).
Cuatro que son estacionales o migratorias: delfín común (Delphinus delphis), rorcual común (Balaenoptera physalus), rorcual norteño (Balaenoptera borealis) y la falsa orca (Pseudorca crassidens).
Y las nueve restantes son las que se pueden avistar más raramente: zifio de Blainville (Mesoplodon densirostris), zifio común (Ziphius cavirostris), zifio de Gervais (Mesoplodon europaeus), cachalote pigmeo (Kogia breviceps), delfín de Fraser (Lagenodelphis hosei), rorcual azul (Balaenoptera musculus), yubarta (Megaptera novaeangliae), rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata) y la orca (Orcinus orca).
Distinguir las especies no es tarea fácil, sobre todo al estar a cierta distancia. Para ayudarte tendrás que fijarte en detalles como el tamaño, la forma de la cabeza, la aleta dorsal, cuerpo y cola, el color del cuerpo y cómo se comporta.

Especies residentes

Especies esporádicas

Especies migratorias o estacionales

Especies raramentes vistas
Si finalmente te animas a realizar una excursión de avistamiento de cetáceos, espero que te asegures de seguir las buenas prácticas y la disfrutes y aprendas mucho de ella.
Y si alargas tu estancia unos días por la isla de Tenerife, verás que se trata de un lugar con una gran riqueza natural y son muchas las actividades y excursiones que puedes realizar para conocerla mejor.
Cuéntanos en comentarios, cuál ha sido tu experiencia y qué especies de cetáceos has conseguido avistar 😉
También te puede interesar: