La magia del entorno del Parque Nacional Perito Francisco Moreno te atrapa cuando las luces del atardecer se perfilan entre el cielo y las montañas. La tranquilidad mezclada con la dureza natural de este lugar acompañan al plácido trote de tu caballo. La vista no te alcanzará a retener la hermosura de su paisaje.
Las luces del día comienzan a suavizar su intensidad y los colores de la estepa se realzan. A trote suave, pasamos entre los coriones (Festuca pallescens), la mata torcida (Nardophyllum bryoides) y demás especies de achaparrado y espinoso porte que cubren los suelos de la estepa.
De fondo, el paisaje de las montañas del parque, entre ellas el Cerro San Lorenzo (3.700 m), con su silueta enmarcada entre las luces del atardecer y en el camino, el río Belgrano que serpentea por la llanura. A lo lejos es posible distinguir algún guanaco (Lama guanicoe) y quién sabe si algo más se dejará ver.
Dos horas de cabalgata, disfrutando plenamente del paisaje de este hermoso lugar, sus colores, sus montañas, sus aire frío, su silencio. Guiados por la gente del lugar, los que viven aquí en estas tierras. ¿Qué mejor forma de completar el día?
Pues quizás aún queda un poquito más. Queda disfrutar de una cena típica de la zona, en compañía de su gente y charlar con ellos al calor del fuego.
Y, por supuesto, queda dejar por unos minutos el calor de la casa para salir al exterior, en esta nítida noche, y contemplar su maravilloso cielo estrellado. ¿La ves ahí? Es la Cruz del Sur!!