Más oculto que el gran Perito Moreno o el Viedma, como queriendo pasar desapercibido, el Glaciar Upsala forma parte también del Parque Nacional de los Glaciares, no dejando indiferente a aquel que va a su encuentro.
Sobre el Brazo Norte del Lago Argentino llega esta lengua de hielo que se extiende a lo largo de 53 Km, sobre un valle compuesto, llegando a tener unos 13 Km de ancho y hasta 40 m de altura. Su origen, el Campo de Hielo Sur y su extensión, aún hoy, unos 765 Km², estando actualmente en retroceso.
Ir al encuentro del Glaciar Upsala es una de las mejores experiencias que se pueden tener dentro del Parque Nacional de los Glaciares y para mi, una de las mejores dentro de este viaje Austral. A la belleza impactante de su visión se le unen los complementos perfectos que acompañan esta visita y que te aportan esa sensación de estar verdaderamente dentro de este entorno natural. Estos complementos no son otros que la navegación previa por el Lago Argentino, contemplando los témpanos del hielo que se desprenden del glaciar, y el trekking por el Cañadón de los Fósiles, un reflejo del poder de los glaciares y de la historia natural de este lugar.
La navegación parte desde el Puerto Punta Bandera bien temprano y te lleva hacia el Brazo Norte del Lago Argentino, pasando entre los témpanos de hielo, con sus variadas formas y tonalidades, influenciados también por los reflejos de la luz del amanecer.
La idea es acercarse al frente del Glaciar Upsala para tener esa primera imagen, pero no siempre es posible. En ocasiones la acumulación de témpanos impide el paso hasta él, siendo esto también espectacular. La visión de los témpanos de hielo hipnotiza de una forma especial y aún más la belleza del conjunto, con el lago y las montañas rodeándolos.
Tras la navegación, se desembarca en el embarcadero de la Estancia Cristina y se llega a dicha estancia. Desde ella, irás al encuentro del Glaciar Upsala.
Por medio de vehículos 4×4 y a través de una pista, se recorren unos 9,5 km hasta llegar al refugio de Hielos Continentales Upsala. Un refugio instalado en 1959 como base para las expediciones de exploración en las zonas de los hielos y de repliegue en caso de mal tiempo. Desde este refugio, a tan solo 30 minutos caminando por una pista sin complicaciones, en un terreno erosionado, llegarás a un punto donde la visión que se abre ante tí te dejará absolutamente impactado. ¡Ante ti tienes al Upsala!
La belleza del contraste de sus extensos hielos junto al ese azul especial que adquieren las aguas del lago por los limos depositados por el glaciar. Los rojizos de las rocas ferruginosas que al quedar expuestas se han ido oxidando. Las montañas andinas que se elevan entre los hielos haciendo patente su presencia. Y al fondo, algo oculto entre las nubes que lo envuelven, el inmenso Campo de Hielo Sur. El conjunto, una imagen de gran belleza y contraste que sobrecoge por querer retenerla profundamente, conteniendo el aire para que no se escape. Sin duda, una de los paisajes que más me han impactado y espero que a ti también.
Pero toca continuar el camino, y aunque cuesta dejar atrás la visión del Upsala, seguimos la senda con esa especial sensación que nos ha dejado, hacia el Cañadón de los Fósiles.
El Cañadón de los fósiles es un trekking de exigencia media que discurre por terreno erosionado y que llevará unas 3h completarlo, hasta llegar de vuelta a la Estancia Cristina y de ahí al barco que te retornará hasta el Puerto Punta Bandera.
El camino discurre descendiendo por el cañón hasta el Valle del río, antiguo valle glaciar. Por el camino, esto resulta absolutamente evidente. El terreno erosionado, fracturado, paredones inmensos que fueron excavados por los hielos que en otra época cubrían el lugar, las tonalidades de la rocas que varían según su composición y el efecto de su exposición a la intemperie y la vegetación que trata de encontrar su espacio en este esculpido lugar.
Pero más allá aún de la huella constatada de los hielos que cubrieron este lugar, el Cañadón de los Fósiles debe su nombre precisamente a la abundante presencia de estos, los fósiles marinos. Fijándose un poco es fácil verlos por el camino. Amonites y Belemnites, los más fácilmente reconocibles, nos revelan el secreto oculto de este lugar. Un lugar que aún antes era parte del lecho marino.
Antes del levantamiento de los Andes (orogénesis andina) el mar había invadido la superficie patagónica en sucesivas ocasiones, dejando distintos depósitos de materiales sedimentarios. Con el levantamiento de la cordillera andina, los materiales se comprimieron y se elevaron, y con ellos los restos de los diferentes organismos marinos de esos periodos, que quedaron fosilizados. El estudio de estos materiales sedimentarios y de los restos fósiles cuentan la historia de como se formó este lugar y como era la vida por aquel entonces.
Como ves, un trekking interesante por el paisaje y por lo que cuenta. Eso sí, también puntualizar que la posibilidad de observar fósiles debe quedar en eso, observar y fotografiar pero dejar en el lugar, respetando que forman parte de ese entorno y hay que conservarlo.
Una vez se ha descendido hasta el Valle del río, el camino discurre río abajo, casi llaneando y pasando por viejos campos de pastoreo, lagunas con juncos y bosques de ñires hasta que finalmente llegamos hasta la Estancia Cristina. ¡Un día de lo más completo!
Toda esta ruta descrita se realiza contratando los servicios de transporte y guía que se ofrecen desde la propia Estancia Cristina. Dentro de su oferta hay varias posibilidades como la de hacer tan solo la navegación y la visita al museo que posee la estancia, o la navegación y el traslado hasta el mirador del Glaciar Upsala, o bien la ruta completa con el trekking por el Cañadón de los Fósiles. Además, en la Estancia Cristina, a parte de la posibilidad de alojamiento, se ofrecen otras actividades como cabalgatas por el lugar u otras excursiones.
Recientemente también se ha incluido entre las actividades entorno al Glaciar Upsala la posibilidad de realizar la navegación en Kayak por el canal Upsala del lago Argentino, entre los témpanos de hielo. La experiencia dura entorno a las 2h, con guías profesionales y todas las medidas de seguridad que corresponden, adaptándose al nivel de experiencia del grupo. ¡Toda una experiencia en un entorno único!
Cuéntanos que te ha parecido este artículo y si has tenido la oportunidad de realizar alguna de estas actividades, cuéntanos tu experiencia. ¡Te esperamos!