Los Acantilados de Moher son reconocidos como una de las maravillas naturales del mundo. Situados en la costa oeste de Irlanda, en el condado de Clare, nos ofrecen un impresionante paisaje donde entran en lucha la fuerza del Atlántico con la roca que resiste sus envites. Pero estos impresionantes acantilados son algo más que unas hermosas vistas, ¿quieres saber qué más? Sigue leyendo a continuación y te lo contaré…
1. En nombre de los Acantilados de Moher en gaélico, Aillte an Mhothair, viene a significar «acantilados de la ruina» y hacen referencia a las ruinas de una antigua fortaleza del s.I (a.C), que existía en donde hoy se encuentra la Torre O’Brien.
2. Ya en el s.XIX (d.C) era lugar de visita turística por lo atractivo del acantilado y sus vistas. Por ello, en 1835, el terrateniente de la zona, Sir Cornellius O’Brien mandó construir la torre, que hoy se conoce como Torre O’Brien, como mirador.
3. Los acantilados abarcan unos 8 Km a lo largo de la costa y su altura va en ascenso desde los 120 m en el punto llamado Hag’s Head hasta los 240 m, en su punto más alto. Su formación se remonta a hace 300 millones de años, en el periodo del Carbonífero Superior, cuando los acúmulos sedimentarios (arena, limo y barro) de un antiguo gran delta se fueron compactando hasta formar capas de roca y fueron desplazados hacia el norte por los movimientos de las placas tectónicas.
4. Las capas de roca son ricas en formaciones fósiles y sus espesores varían de unas a otras desde centímetros a metros. El conjunto es como un libro donde cada capa es un capítulo que cuenta algo sobre el medioambiente de hace 300 millones de años. Es por esto que los Acantilados de Moher junto con el Parque Nacional Burren han sido reconocidos por la UNESCO (2011) como Geoparque mundial y europeo.
5. El mar, puro océano Atlántico, con su fuerza y presencia constante, es el responsable del modelado de los acantilados rompiendo sus olas sobre la roca, desgastándola, excavando y provocando los desplomes. Muchas son las tormentas y marejadas que soporta.
6. Los Acantilados de Moher albergan una de las mayores colonias de aves que anidan en acantilados de Irlanda. No en vano, en plena temporada de anidación (de abril a julio) pueden llegar a haber más de 30.000 parejas de aves marinas y pueden llegarse a ver más de 20 especies. Además cuenta con la presencia de algunas especies que están en peligro de extinción, durante todo el año. Por ello se los ha reconocido como zona ZEPA (1986), Refugio de fauna de importancia nacional e internacional (1988) y cuentan con una Zona de Especial Protección que ocupa unas 200 ha (acantilados, pastizales y brezales, 200 m aguas abiertas frente los acantilados).
7. La observación de aves se puede hacer desde cualquiera de las plataformas de observación existente (principal, norte y sur) siendo la mejor época durante el periodo de anidación, entre abril y julio. Desde la plataforma de observación del lado sur se obtienen vistas a la Isla de las Cabras (Goat Island) donde es posible ver al Frailecillos del Atlántico (Fratercula arctica), una de las aves más llamativas de este lugar. ¡No te olvides de los prismáticos!
8. Entre las aves protagonistas del lugar nos encontramos con:
![]() Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) |
9. Un acontecimiento faunístico también destacado en esta área de los Acantilados de Moher es la floración de plancton entre los periodos de abril a mayo. Este floramiento es el comienzo de una cadena trófica al ser fuente de alimento para especies como el tiburón ballena (Rhincodon typus), el tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) o las anguilas jardineras (Heteroconger longissimus). Estas últimas, junto con otras especies de peces, sirven de alimento a las aves marinas que anidan en los acantilados, continuando la cadena. Además la zona es rica en peces (congrios, salmonetes, etc) y crustáceos (langostas, centollos, etc) y es frecuentada también por ballenas, delfines y focas.
10. La vegetación que busca su espacio en estos acantilados se caracteriza por especies duras y resistentes a la fuerza de los vientos dominantes y a la delgadez del sustrato sobre el que se asientan. En la base del acantilado predominan las algas y los líquenes. Algo más arriba colonizan los musgos y las hepáticas y a partir de la mitad del acantilado, nos encontramos con flores silvestres y hierbas creciendo sobre los acúmulos de rocas y tierra de los desprendimientos.
¿Quieres aún saber más cosas sobre los Acantilados de Moher? Pues también puedes visitar la página web dedicada a este lugar, Cliffs of Moher. En ella encontrarás información sobre las visitas guiadas y mucho más.
Los Acantilados de Moher, un lugar que supone mucho más que unas espectaculares vistas. Su valor e importancia van más allá y espero que saber lo que te he contado en este artículo te sirva para apreciar y respetar más, si cabe, este lugar.
¡Espero que lo disfrutes!